Cuando le preguntaron qué había ocurrido, el técnico lo explicó con gesto inalterable: durante un amistoso jugado el 8 de junio en Pyonyang, varias jugadoras fueron alcanzadas por un rayo.
"La arquera y cuatro defensoras fueron las más afectadas. También algunas mediocampistas", contó. "Más de cinco jugadoras tuvieron que ir al hospital".
"En realidad los médicos opinaron que las jugadoras no estaban en condiciones de jugar el torneo. Personas normales no lo habrían logrado. Pero mis jugadoras, con su enorme voluntad, jugaron de todas formas".
Pese a esa voluntad sobrehumana, el rayo terminó por pasar factura, reconoció el propio Kim.
"El equipo estuvo bastante fuerte en el primer tiempo. Pero en el segundo le faltó fuerza para aplicar nuestra estrategia", explicó. "Antes del partido hubo algunos cambios físicos inesperados. Nuestras jugadoras no se sentían bien".
La noticia sorprendió a las rivales estadounidenses: "Es la primera vez que oímos algo de eso", reconoció la delantera Abby Wambach.
La historia del rayo tuvo también su eco en los medios locales: pidiendo permiso por la metáfora, la web Spiegel Online comentó que las norcoreanas jugaron un partido "electrizante".
A diferencia del equipo masculino, la selección de fútbol femenino de Corea del Norte es una de las mejores del mundo. Ocupa el octavo lugar en el ranking de la FIFA y ganó tres veces la Copa Asiática.
Las jugadoras son privilegiadas en su país. Casi todas son soldados y reciben un entrenamiento táctico y físico altamente especializado en clubes militares. Viven en apartamentos otorgados por el Estado y tienen suficiente comida a disposición, algo que no pueden decir muchos de sus compatriotas.
Según datos de la FIFA, de los 24 millones de habitantes de Corea del Norte, unas 500.000 mujeres y niñas practican fútbol.Al parecer el propio Kim Jong Il, el omnipotente líder que dirige el país con mano de hierro, se implicó en el proyecto para fomentar ese deporte entre las mujeres, ante la falta de éxitos de los hombres.
"Nuestro jefe de Estado ama a nuestra selección femenina. Considera a las jugadoras sus propias hijas y les regala todo su amor", citó la revista alemana de fútbol "11Freundinnen" al técnico.